Dios, mi vida has adornado
con muy preciosos talentos
y me llena de portento
a ti poder consagrarlos.
En el vientre de mi madre,
me elegiste cual poeta,
y me has dado la receta
para escribir en tu honor.
Con tu amor he inspiración
me levanto cada día,
es mi vida la poesía
que tu me quieras dictar.
Te canto desde mis versos
Dios de la creación,
mi Rey, mi Salvador,
y a tu ángel quien cuida.
Te dedico de mi lira
la mejor de mis palabras,
ellas salen de mi alma
que por ti ya fue sellada.
Tu Señor eres mi entrada,
mi salida, mi reposo,
inspirarme es un gozo
que llega a mi del cielo.
Tu gracia en mi alojada,
la reparto entre mis versos
así viaja por el mundo
sazonando el universo.
Gracias por este talento,
te lo agradezco Señor,
a través de el me doy
sin egoísmo ni alarde.
Permíteme consagrarme,
a través de estos escritos,
pues en ellos solo he dicho
lo que tu haces por mi.
Que pueda siempre escribir
de tu amor, tu perfección
y si allá, en la bella Sión,
todavía habrán poetas,
quiero estar en ese grupo
que te sirven con sus letras.