Llevo despierta hace tanto
y nunca vi noches tan gigantes
con amaneceres tan lejanos.
Mis movimientos son tan torpes
como un cadáver que flota,
el apetito ha decaído, y
bebo agua tanto como respiro.
He encendido el sahumerio buscando
redimir mis sentidos
y trascender
un poco más alto de este piso donde vivo.
Escucho el sonido de tu corazón
golpeando tú pecho,
mis sentidos están tan vivos,
y tú estás tan quieto.