He vivido más de mil años,
pero he estado junto a ti un segundo.
Veo como el tiempo pasa y como tú y yo
aun estamos separados.
He de cruzar mares, montañas, ríos y desiertos,
sólo por estar junto a ti,
pues la distancia no cuenta si sé,
que en tus brazos cálidos un día despertaré
Sufro por amarte, así tan de a poco,
con ese amor que me deja sólo con el sabor
de la dulce miel en los labios,
y con la desilusión de después de amarnos
no dormir junto a ti.
Mil años más pasarán y yo paciente esperaré,
que tú quieras quedarte junto a mí,
y si muero antes de eso, la esperanza no cesará
porque te esperaré en el cielo hasta que llegues,
me recojas en tus brazos
y yo al fin me duerma en paz.