Te conozco,
te conozco porque en tu manipulación
me enamoraste.
Te conozco porque en tu soledad
me buscaste.
Tanto te conozco,
que sé cuando estás hastiada
de la vida,
o alegre de superficialidades.
De tantos amantes que tuviste,
nunca nadie te conoció como yo.
Tu abismo es mi abismo,
Tus penas,
mis tristezas
Tus planes, mis estrategias
y un sinónimo de cosas
en materia singular.
La mujer de mil placeres,
la amante lujuriosa
Tu sexo me encandila
y tu boca me lastima.