Catelgood

Ópalo...

En la clara noche
que reina la luna llena,
te evoco, desnuda y tibia,
te admiro y te toco...
Mis ojos se enternecen,
mi piel y mi vello se eriza,
mi respirar se entrecorta,
y tu cuerpo espera...
La brisa entre la hierba
se hace cómplice
y me aconseja cosas,
que me hacen pensarte.
y me sumerjo en hierba luna y deseo
En esta noche que es tuya,
con mi deseo sibilante rompiendo el silencio,
como rumor ansioso de vida,
y esa luz que llega con tu imagen,
Quisiera tenerte a mi alcance.
Y esta vez, no para adorarte
desde el pensamiento, sino para decirte:
“Que hermosa eres desnuda!”,
“Tu cuerpo refulge”
“Y en ti, mi cuerpo es luz”...
Mil sentimientos multiplicados
por las emociones del bajo vientre,
que se aúnan en detalles silentes
salvajes y tiernos, en concupiscencia
Pero al fin y al cabo válidos
como los detalles pequeños,
insignificantes para algunos,
pero hermosos para nosotros,
que hacen que la vida sea justa,
como la justicia de la luna,
de la flor, o la poesía.
Me inunda el ópalo de tu mirada,
que promete placer al reflejo de la luna,
y te hace indestructible, perenne
y es hasta entonces que te miro
llena de pasión real y tangible
y la luna y la noche y la hierba
y tu cuerpo y mi amor te llenan.
Te haces pequeña, cabes en mi palma y así,

te llevo puesta a donde quiera que vaya.