Pietro Igarza

En pieles de seda

 

Indómita, flamigero manjar en esencia
que se disloca en tono armónico sonoro
cuando trazos se esbozan en su vivaz tesoro
y se van adentrando con ligera prudencia.

 

Abrasador estío abraza sin clemencia
a pares conjugados, que bañados en oro
dilatan el fragor sin contemplar decoro,
acabando los flujos en ansiosa confluencia.

 

Latencia propagada en monte sagrado
que siendo ardiente mezcla suave va deslizando
en ritmos cadenciosos de vergel anhelado.

 

Son campos florecientes, vivaces adornando
con sabores de miel, y aroma acobijado
en almas que penetran al encontrarse ansiando.