De súbito
Vestida de Eva ante mí,
radiante, destilando candor apareciste.
Tus pechos engalanan
tu figura,
Enciende mis libidinosos deseos,
de mis labios en ellos posar.
arrebatados su miel libar.
El avistar de mis ojos,
de pies a cabeza te admiran.
Pidiendo tu entrega sin ninguna condición.
Finges evasión, al fin te rindes,
en exquisito dejo de placer.
Inicia el ritual.
De dos seres enamorados, derramando
sudores de locura.
Se tocan, se palpan, se hurgan.
Sin sentir,
los cuerpos estrechados conviven.
Mis febriles labios
tus atributos de mujer recorren.
Tus extremidades,
sin cautela alguna ceñidas a mi cintura,
se afirman.
El momento llega,
en lo profundo, tu valle del placer vibra,
con lujuria libertina se estremece.
Feliz de ser profanado.
Exhaustos llegamos, al arrebato
de la felicidad
bambam