En la oscuridad de la noche,
abrumadora y locamente sensata,
mi esencia se disuelve entre el eco de los grillitos
entre los murmullos muertos que dejan caer las estrellas
para sacudirme de todos mis prejuicios.
Me vuelvo uno con el ruido mudo de la noche
me siento más tranquilo, más yo.
Justamente hoy, con el corazón acelerado, mezclado entre frío y soledad
creo en mi.