Ante un amanecer que precede la sinrazón de pasos inciertos, observa el vuelo de un ave al pasar y se une en aquel vuelo libre en el universo. Ahora sus alas en suave aleteo le muestran aquel mundo, y en su mirada divisa un mar de seres humanos, que cual hormiguitas en lucha constante solo buscan sobrevivir. Algunos oprimen a otros en el afán de poder, mientras otros en carrera vertiginosa solo quieren hacer dinero, otros inhalan y exhalan en calidad de parásitos en un mundo “igual para todos”, y también se encuentran aquellos que solo quieren vivir y dejar vivir, aportando lo mejor de si, para el crecimiento y desarrollo de los pueblos libres del miedo.///
Y la vida continúa…