Soy un poeta amigo,
un trovador de honestas palabras,
que siempre va por los caminos,
derrochando el alma.
Desnudo de arrogancia,
de la humildad cautivo,
tendiendo puentes teñidos
de amistad, como fragancia.
Me gusta ver el sol cuando nace,
asomándose, tímido en el horizonte,
dejando un claro mensaje,
de perfección, para el hombre.
No podemos ser tan incautos,
de creer en falsos dioses de barro
es para Dios, la naturaleza… su santuario.
El poeta debe tener la sensibilidad,
para entender el universo,
igual, para cuestionar la verdad,
para llegar al fondo de una realidad,
que volcará en sus versos.
Cuando llega la noche y brillan
la luna y las estrellas, el poeta
canta sus penas y las mezcla,
con las de sus hermanos
y así uniendo las manos,
nace el amor solidario.
La poesía baja el polvo de estrellas
y le da luz y magia al amor
uniendo corazones, no importando razones
para entregar a dos almas una bella flor.
¡Cuidado!
También existen seres viles y malvados,
su felicidad la basan
en la agonía y el dolor del necesitado,
entonces el poeta alza su pluma,
se blande como una espada feroz
para defender conciencias y valores
y aunque se quiera callar… su voz,
surge el grito, desde el fondo del alma,
que aclama,
¡Alza, poeta, tu voz!
¡Blande, tu pluma!