Lo que empiezas queriendo, sin querer,
Es algo que a tu vida, la transforma,
La misma ya miraste, en otra forma,
A cambiado la esencia, de tu ser.
Que de tal agua, nunca he de beber,
Y tú hasta lo fijaste, como norma,
De tus zapatos encontraste, la horma,
No es algo tan difícil, de creer.
Por que el amor a veces nos doblega,
Nos domina en el alma, nos exalta,
Como una sanguijuela, se nos pega.
Cupido con sus flechas, nos asalta,
Y siempre nos rendimos, cuando llega,
Lo negamos y es algo, que nos falta.