Al caer, recuerdo
las mismas palabras,
mismas emociones...
El querer escupir
todo fuera de mí,
el gritar tan fuerte
que al callar
mis cuerdas se rasguen
y enmudezca una eternidad...
que aquello que cambié
por un corazón,
regrese a no tener ningún valor...
Y en la tierra arrastrándome
ya sin sentir el dolor,
ya sin ver esa luz...
allí en el suelo recuerdo,
recuerdo cada momento,
esa primera decisión
que conllevo este mal,
agonizando en la oscuridad,
te recuerdo…
Recuerdo lo feliz que creí ser,
recuerdo la fortaleza
que me daba tu mirada,
la sensación de inmortalidad
que emanaba de
tus labios en cada beso,
en cada palabra…
Enterrado en la miseria,
recuerdo la calidez de tus abrazos,
te recuerdo a ti,
el más dulce de los sueños.