Sin métrica

Callar duele.

Ella me destrozaba sin ni siquiera saberlo, fingía ser su amigo cuando sentía mucho mas que eso,

quería ser ese alguien especial, que le brindara ese amor que le faltaba, alguien que dibujara en su rostro

una sonrisa después de un día nimio.

Cuanto desee que sus manos buscaran las mías, que me agarrara como si no existieran otras manos,

como si no existiera otra cosa que tomar, y nos recostáramos en un jardín, mirándonos a los ojos

desnudándonos en una conversación intensa, despojando al corazón de sus penas, 

de todo lo que lo destruye y lo envenena, no prometiéndonos tanto solo un rato.

Pero todo esto se quedo en deseo, tu nunca supiste nada de esto, fui cobarde y ahora lo siento.

El solo imaginar que te perdería si hablaba, si me expresaba, si hacia ebullir los sentimientos que nacían

en mi alma, hizo que retrocediera y me distanciara, se que no soy mas que un amigo, no porque tu lo quisiste

si no porque así lo e decidido. Seguirás siendo el paisaje en el cual me inspiro, la que me impulsa a escribir poesías

en las noches en que ya no parezco estar vivo. Amor, amiga, mi vida, todo lo malo se quedo aquí,

 y lo bueno naufrago contigo ¡Todo se fue contigo!