El silencio es mejor compañía que el olvido;
Se refugia a la sombra de las penas profundas
Y contempla a la cara los anhelos perdidos.
El olvido es el aliado de los corazones errantes
Que están en busca de perder lo vivido
Que se han enfriado con amores de barro
Y que encuentran consuelo en el aire frio.
El silencio es el invitado obligado del dolor
Que corta las palabras que deberían gritarse
y que consume a cenizas cualquier ilusión.
El dolor es un grito de auxilio silente
Disfrazado de llanto, rabia y desesperación
Es la última llamada del hombre olvidado
Antes de acallar el corazón.