Encuentro
Fue una cálida tarde de verano
día en que tú me tendiste la mano.
Del templo salías de escuchar misa
caminabas pensativa sin prisa
peinando tu cabello suave brisa
!amé desde ese instante tu sonrisa!
El amor llevó a mi pecho su herida
y el alma estuvo por Dios bendecida.
Fue un resplandor confortante y cercano
como llama al fuerte viento sumisa
que deja el alma de fuego vestida.