Mi hija es hermosa... como primorosa es la rosa,
su mirada de diosa, su mirada amorosa,
es orquídea garbosa, es jazmín y es olor.
Sus delgados labios rojos, susurran al viento,
y el viento con su brisa recita un juramento,
y en el jardín escondido renace otra flor.
Las aves la saludan cuando se acercan a ella,
y ella responde con su caminar de doncella,
y al rey de sus sueños se le eriza la piel.
Los gorriones no cesan su cantar elegante,
y las niñas envidian su mirar cautivante;
mi hija es tan dulce como deliciosa es la miel.
Mi bella hija ríe y canta feliz por la arena,
y su voz melodiosa bellamente resuena,
la estrella del oriente resplandece otra vez;
mi bella hija preciosa ya se quiere bañar,
¡Oh niña emocionada! se pone a cantar,
y la luciérnaga nocturna muestra altivez.
El viento la acaricia con un soplo humeante,
y la flor de azahar, la de ropaje brillante,
quiere con su belleza acompañar otra flor.
Sus ojos tan hermosos no se quieren dormir,
¡oh niña tan preciosa! se quiere resistir,
y sus ojos se cierran con un soplo de amor.
Sueña con angelitos alados que la elevan,
y por la bóveda celeste consigo llevan,
dulces aromas, de tiernos deseos de amor;
mi hija cuando despierta me canta una canción,
mi hija está enamorada de una bella ilusión,
mi hija me contagia de su ternura y primor.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez
Registro No. 10-636-437.
Dirección Nacional de Derechos de Autor.