LA VOS DEL TRUENO POTENTE
Igual que el surco al labriego, semilla en mano le espera,
la pluma traigo sedienta, de hallar fecunda blancura,
y en este verso se instala, dejando atrás la cesura:
¡formando dos hemistiquios, lecciones métrica diera!
A mí me sigue importando, mensaje en vez de quimera,
que nunca aporta verdades, así la envuelvas ternura,
mis versos quiero que lleven, al alma humana hermosura:
¡proscrita y lejos deseo, mentira quedes por fuera!
Respuesta obtiene el que sabe, que al pueblo sólo mintiera,
¡y así de paso sepáis, la vida hermanos es dura!
aquel que engaña sagaz, tendrá oportuna factura:
¡y más le hubiera valido, mejor que nunca naciera!
El hombre lleva en su esencia, oculta indócil la fiera,
y no le importa a su paso, obrar con saña y premura,
doquier el orbe lo infecta, brutal visible locura:
¡arder los males veremos, dispuesta estás santa hoguera!
A quienes ebrios obrasteis, tendréis seguro castigo,
así quedó bien escrito, será por ojo y por diente,
vendrá en persona el que tiene, la voz del trueno potente:
¡le hará perfecta justicia, a quien se alió al enemigo!
También dará recompensa, a espiga fértil de trigo,
maleza al fuego echará, premiar sabrá al obediente,
la herencia el sabio obtendrá, será manjar suficiente:
¡y nunca le ha de faltar, atuendo fino de abrigo!
Aquí culmino por hoy, la noche fue mi testigo,
por dónde habré de cruzar, conozco a ciegas el puente,
al lado mío vendrá, el fresco y puro relente:
¡y el aire libre sabrá, que al fin la paz es conmigo!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.