Una mirada cadente
atravesó mis ojos
Entibio el alma.
entre sonrisas
y devaneos
jugaron mis labios
sobre los tuyos.
La felicidad se traslucia
en la primavera
en las agitadas aguas
Entre sueños dulces
prometiste amarme por siempre
Hoy llevo la mirada onda
extendida al horizonte
esperando tu regreso.
Lo único que guardo
en mi regazo es tu olvidó
Negro puñal enterrado
en el alma.