Aquel día, salimos al mar a pasear,
Era un día soleado.
Ella no dejaba de platicar…
Mientras yo, atolondrado,
No entendía su hablar,
Sólo quería contemplar
Su belleza ¡Enamorado!
Como tórtolos, a paso lento
Del mar a la orilla,
Sintiendo la caricia del viento
Bajo la luz del Sol que brilla
En el firmamento…
¡Qué hermoso y divino paisaje!
Del mar el inmenso oleaje,
El canto de las aves escuchar,
Sentir la refrescante y fina brisa
Todo como telón de fondo para disfrutar
La luz de su sonrisa…
Y sobre el vaivén (Ida y regreso)
De las olas, hice una breve pausa
Cuando me preguntó la causa
Le di un fuerte y sentido beso
Esperando en ves de enojarse por eso
Me regresara el beso con pasión,
Lo que para mi fortuna pasó. Y preso
De su boca, regresé con la ilusión
Por las nubes, loco, perdido, extasiado,
Pero sobre todas las cosas envenenado
El corazón.