Yo tu brújula
tu norte
tu mástil
tu ancla
Tú mi sur
mi aire
mi utopía
mi destino
Tú y yo
somos y no somos
Tú naces en mis pupilas
yo muero en tu regazo
Tú allende del horizonte
yo del otro lado del ocaso
Yo tu efímera sonrisa
tú mi azul tristeza
Yo la solución de tus caderas
tú la absolución de mis callados espejos
Yo casi de tus calles vacías
tú casi de mis luces rotas
Tú de la vieja ciudad
de esquinas desiertas
yo aprendiendo a sobrevivir
tus madrugadas
Tú, cobarde motor de arranque
matas
envuelves
laceras
Yo presiento
olvidos
cielos derramados
otoños
Tú mi eterna peregrina
mi camino de Santiago... mi regreso
mi último pecado
Yo, erosión en tus manos
dueño de tus sueños
la sombra que cobija lo perdido
Yo distancia entre tus piernas
Tú, dolor de no atrapar mis pupilas.