Quisiera estar de cara al cielo
mirando su azul
y el paso liviano de las nubes
que se van deshilachando lentamente.
Interpretar el mensaje de los trinos
y replicarle los murmullos al arroyo.
Desperezarme
sobre una húmeda alfombra de rocío,
tener al alcance de mi vista
una flor amarilla y otra roja
bamboleantes con el soplo de la brisa.
Quisiera estar de cara al cielo
sintiendo la tibieza de un otoño,
tal vez cerrar los ojos
y pensarte,
o mejor aún si aquí estuvieras.
Y si a mi lado estuvieras,
me gustaría
voltear la cabeza y sonreírte,
alcanzar tu mano y aferrarla
para seguir mirando el cielo
y tu universo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.