Después de que altas nubes, negras y altas
cimbrean el parpadeo de las primeras estrellas,
yo evoco tu agonía en silencio;
y cuando
dulces y raudas luciérnagas desciñen
el lejano gorjeo del mar y en la sombra
tiembla la espuma en proa y en popa
de la silueta de un navío,
recuerdo tu agonía;
mientras miro inclinarse un mascarón
desgarrando las velas con su pelo
y crujir las sombras, en picada
grandes pájaros oscuros
se lanzan sobre la playa
y oprimen un caracol, las olas y a mi alma,
recuerdo entonces tu agonía
corazón mío de arena.
Bolívar Delgado Arce
De: \"Entre la Transparencia y el Espejismo\"
BLOG: \"A lo lejos alguien canta...\"