Sol ardiente del mediodía
cuerpos ligeros de ropa,
playas llenas de turistas
que vienen sedientos
de paella, mar y flamenco
a nuestro luminoso país.
La cerveza y la sangría
refrescan y alegran el verano,
todo es comida y risas
en los pueblos de la costa.
Llega la tarde y la brisa
refresca las pieles enrojecidas
por los rayos solares,
que reducen su fuerza
al estar cerca la noche.
La gente pasea
por la orilla del mar,
los pies de los bañistas
gozan de la arena fresca
y húmeda,
las olas del mar sereno
componen una bella melodía.
El sol poco a poco
se sumerge en el horizonte,
mostrando sus suaves
trazos anaranjados,
ya débiles y adormecidos.
Un manto negro cubre
la playas,
y las farolas se encienden
iluminando las calles.
Las carpas y los chiringuitos
abren sus puertas.
Todo el mundo
sale a bailar, a beber
y a divertirse en la mágica noche.
Y esque el verano
en la costa brava
es especial.