Desde Venezuela para ti
Porque por ti aprendí a sonreír.
Bendito el día en que llegaste a mi mundo,
en que tu sonrisa se convirtió en mi ídolo profundo
bendito el día en que tu olor respiré,
bendito el día en que en soñarte soñé.
bendito ese suspiro que me dice al odio,
no te preocupes que yo siempre estaré contigo.
Hoy la distancia nos separa
como quien no quiere la cosa
pero la distancia es el mejor maestro,
de ella se escriben miles de prosas.
Mi estructura es fuerte,
porque formas parte de mis cimientos.
es la verdad, lo real es que te pertenecen mis sentimientos.
en concreto, sin mucho ruedo, para no extenderme en lo innecesario,
eres el porqué, cómo y quién de mis deseos anhelados.
un diamante en bruto y aunque suene a insulto,
eres la razón de mis pensamientos corruptos.
Para ti es una oportunidad, lo sé, lo logro entender
pero como se le explica al corazón que no podrá tener
lo que los brazos anhelan poseer y decir con orgullo,
eres quien a nuestros niños le haces el desayuno.
ya estoy preparado ya estoy encendido, mi motor va a fuego, va a fuego porque quiere estar contigo superar los obstáculos que el tiempo nos prometa y escaparnos juntos en una avioneta
con destino al infinito, a ese mundo bonito
donde tengas mil orgasmos o tal vez infinitos.
espero estar siendo claro, aunque un poco directo,
como coca cola cuando lleva ron dentro.
Si es de explicarlo en palabras sencillas,
por ti las 180 horas a pie
se convierten en cosquillas
y mis mayores pesadillas
me las como con quesadillas.
pierdo el miedo a dejar de respirar
con tal de besar toda tu región abdominal
y sin cadena alguna que me comprometa
de mi corazón solo tú conocerás la receta.
eres mi Julieta y yo tu romeo
la distancia nos separa y nos une en sueños como Morfeo.
te descubro como galileo
y la saco de home run como bob abreu.
te beso desde la frente
hasta los dedos de tus pies
tomamos daiquiri
y en tu ombligo almuerzo un puré
te quito el estrés
y te recorro al derecho y al revez
mientras me enseñas el ingles
diciendo oh my god me vengo otra vez
ser explícito me caracteriza sabes que no soy inmortal
aunque tu sonrisa me inmortaliza
y en esta oratoria te dejo mis pensamientos
para que los tengas presentes en tus nuevos mandamientos.