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Por tu mirar
es el que yo vivo
como vivo.
Con esta esperanza
de continuar nuestro camino.
Un camino a veces
con muchas piedras en él.
Pero qué importa.
Si tu mirada es como
dos estrellas que iluminan
mi vida.
Ella estaba cubierta de sombras.
Y llegaste tú a mi existencia,
para que yo frene mis impulsos...
Que muchas veces no debía tener.
Con sólo saber que tus ojos
se posan en mí,
siento una sensación
de alivio y paz.
A veces discutimos, y optamos
por cada cual su camino.
Pero no. Tú me perteneces,
como yo a ti.
Tu mirada, como toda tú,
elevan mi espíritu
hacia la ansiada dicha.
La que tú me das.
Nunca dejaré de agradecer
el día en que te conocí.
Hace unos días me dijiste
que eran sólo palabras,
y yo te respondí:
Vivamos el momento.
Proyectemos amor y felicidad.
Tengamos fe de que
todo ha de continuar.
Depende de nosotros.
Ven a mis brazos.
Bailemos. Bailar seguro
nos ha de llevar
a nuestro altar
del amor...
Teniente del escenario.