Sentí tu tez,
Tan suave,
Tan mía.
Y vi tus lunares como un mar de estrellas en tu piel morena,
Y me perdí.
Me perdí en el choque de nuestros besos, aliento y cuerpos,
Llegando al extásis en abundante agonía comprendí, sentí y viví que jamás me había sentido así.
Tu abrazo llegó a mi alma,
Has seducido a mi ser con tu dulzura,
Y me hiciste tuya,
Y eso que yo, desde antes ya lo era.
Me amaste y yo te amé,
Te amé en cuerpo,
Te amé en alma,
Te amé como no sabía amar.