Le escribo al amor o al desamor?
Es confusa y amarga la letanía que en otrora me inspiraba,
Porque cuando la rama era flor y el capullo mariposa,
No había rosa marchita ni fruto sin sabor.
Es que acaso ya no creo en el amor?
Seguramente ha sido el caso que causa esta agonía,
Que en medio de tanta historia de promesas,
Le diera a la figura por agotar palabrería.
Cómo puedo amar entonces en lejanía?
A un querer, como a la brisa, a vagar lo condené,
Mientras los remolinos fugaces levantaron las espinas
Y los vestigios de rastrojos me dejaron con la sed.
Y es que acaso no hay amor en malquerer?
No se odia lo que no se ama, aunque no lo quiera creer.
Con todo el fervor con que se pugna también se desenfunda
Y se llenan las aljabas hasta cansarnos de beber.
Por qué me niego ahora al desamor perder?
Porque no se recupera lo que nunca ha sido
Y menos si de amor se trata,
Tanto queda el mar embravecido,
Que luego de tal tormenta hasta la calma engaña.