Siempre el dinero está presente,
siempre se dice que se buscan honores,
se trata de no ser lacayos sino señores,
detrás de cada hazaña está el vil metal tan refulgente.
Rodrigo de Triána vió el Nuevo Mundo
por primera vez, que fue gran regalo para España,
pero terminó en tierra infiel por mor de una patraña,
que el astuto genovés le jugó como tahúr inmundo.
Siempre la plata vale más que el oro,
pues el blanco metal era más abundante,
para pagar préstamos al más tunante,
que tarde o temprano cobra del menguante tesoro.
No se puede tener reino e imperio,
y tener al pueblo contento,
como ser rico y potente sin un lamento,
eso no es posible, es como desear un feliz jardín
en un cementerio.