Osan horadar la vida,
hasta su identidad.
Aran sin cosechar,
linchan su historicidad.
El ser que nos identifica,
su unicidad universal,
podrá ser ajado,
en un oscuro lugar,
pero jamás olvidado,
menester reivindicar.
El hombre y la mujer,
suman la sociedad,
que ha de vencer,
la espada de la maldad,
iluminando su ser.