Cómo añoro tus besos, qué fugaz suspirar,
Hoy te quiero besar porque estoy aún preso
De ese eterno gozar con tan dulce embeleso:
Mis deseos son presos de un eterno añorar;
Arrancar embelesos al poderte estrechar
Al poderte adorar, con afán tan avieso,
De poder yo lograr el deseo travieso
De obtener, al fin, esos tibios raptos de amar,
Los momentos de vida, los instantes de amor
De ese dulce sabor de las aguas divinas;
Esa fuente escondida, de exquisito sabor;
De sentir el calor, de mareas cristalinas,
La caricia sentida del sincero fervor
El preciado favor de corrientes tan prístinas…