Barquitos transparentes, con velas ondeando
al aire
navegan orgullosos en un vaso de cristal
compartiendo espacios
con castillos y árboles fantasmales
que a los ojos ávidos de la adivinadora
marcan el camino a seguir por consultante.
Sueños, ilusiones, esperanzas… Se entre mezclan
a luz tenue de unas velas aromáticas
creando
un ambiente cargado de sentimientos a flor de piel.
Pintura de labios marcados en una taza de arcilla
donde el café
deja marcada su huella en pequeños laberintos
sin salidas.
Surcos profundos donde se enfrentan el minotauro
y el unicornio en un duelo a muerte.
Creencias, ignorancia, sabiduría, religiones
y paganismos,
crean un puzle imposible de encajar
pero que pone al descubierto nuestro miedo al futuro.
Como si todo estuviera escrito, el pasado y el futuro
se funden en un abrazo eterno, manteniendo viva
la llama que alumbra
la fragilidad de nuestra efímera y absurda existencia