Llueve…
Como aquella tarde en la que solía amarte,
Cuando tu sangre corría por mis venas.
Como elixir letal aun recorres mis arterias,
Acabando la raíz de mis reminiscencias.
Y aun llueve…
Mis ojos segregan rojo granate que envenena
Al caer en mis labios y rodar a mi paso.
Catarsis de mi ocaso, danzo sobre el charco
Celebrando tu despedida y el final de mi agonía.