Si quieres saber cuánto te amo, pregúntale a la luna.
Ella sabe cada uno de los secretos que le conté sobre ti,
sobre mí, sobre nosotros, sobre este amor que juntos deseamos.
Ella sabe todas las noches que te inventé aquí, junto a mí,
todas las noches que te dibujé sobre mi cuerpo,
todas las veces que inventé tu boca besando la mía.
Si quieres saber cuánto te necesito, pregúntale al viento,
El seca mis lágrimas cada vez que despierto y no te tengo a mi lado,
él canta canciones de amor en mis oídos llenando este vacío de vos.
A él, le doy los besos que no puedo darte para que te los lleve a tu puerta.
Si quieres saber cuánto te extraño, dime,
¿Cuántas estrellas alumbran tu noche? ¿Cuántas hojas tiene aquel árbol?
¿Cuántos kilómetros hay al infinito? ¿Cuántas vueltas dio la tierra al sol?
Cuando un amor así llega a tu puerta, comprendes por que estuviste en soledad tanto tiempo.
Aprender a vivir en soledad, fue negarse a vivir en compañía de amores vencidos.
Aprender a amar la soledad te enseña el valor del tiempo con otro,
anhelar la presencia de dos cuerpos hechos uno,
respirando el mismo aire, palpitando con un solo corazón.
Si quieres saber lo que quiero contigo,
ven, ven amor, acá te lo digo.