Arturo García

Lagrimeo

Cuan lúgubre puede ser la soledad indeseada, cuan eterno es el tomento de la espera.
Lágrimas secas escurre mi alma, sonora música unos cuantos gritos...
Y corro, huyo a toda velocidad de este sentimiento, pero esta solitaria penitencia, esta rígida celda, ¿Sus cadenas? ¡una burla!, ¡una treta!, pareces libre aunque siempre encadenado. La distante risa es olvidada, mi ser muere... alguien roba mi rostro, aprovecha mi enfermedad y con exacta sutileza... realiza su ataque.