Mujertaina

A la intemperie

Es ahora y aquí

a la intemperie,

ahora que no hay prisa

que la luna está de fiesta

la noche es un abismo

y resignados duermen los ríos.

 

Es la hora, única y precisa

de derrumbarnos bajo el hechizo

de esta noche que anticipa ser larga y proxeneta,

de desordenarnos bajo la policromía de sus impúdicas horas,

de llenarnos de retumbos las grietas,

de arrastrarnos como serpientes en busca del infierno,

de besarnos a bocados las esquinas,

de entrelazarnos las lenguas y tocarnos el cielo,

de emplazar el fuego,

la lluvia y el jilguero

allí, donde convergen los delirios,

de justificar el sudor,

el grito y el calambre,

de seguir el rumor de nuestras ganas

asidos a una fibra de la muerte.