Quince años.
Un jardín colorido,
esperando la llegada de la primavera.
caminito de tierra, verja de madera.
Venís caminado con una flor en la mano,
mi corazón se acelera,
me acerco despacio, te espero.
Miras mi rostro, rojo como grana,
apoyas tus labios con timidez..
y la magia aparece, por primera vez.
Flotamos por el aire,
bailamos entre estrellas,
una nube nos envuelve,
y mil mariposas en mi vientre revolotean.
Perdidos en tiempo y espacio,
ternura jamás sentida,
una tibieza prendida,
en dos bocas sedientas,
por primera vez hambrientas,
de beber el dulce néctar del amor.
Galopes del corazón,
beso que jamás se igualó,
en miles dados después,
el primero fue el mejor.
Maria Hodunok.