Santiago Miranda

Sombra eres y sombra



Aunque la luz te atisbó un día 
Y cruzó en tí un designio forzado
Sombra eres de noche y de día
Y a tu encuentro un destino ha rodado

El movimiento es sutil a su encuentro
En tu duna emites insomnes destellos 
Y has de devolver la cordura
En la moneda de locuaces misterios 

Ayer desde el ocaso has venido 
Mañana sabrás ya el deceso
De la aurora registrando su brillo
En la maraña de inconclusos regresos 

Y no sé si hablar es un progreso del drama
De las palabras asistiendo al parto o al entierro
A un decirse que quisiera encarnarse 
Entre el aire al cenit del cielo o tus senos

La casa ahora yace vacía
Tus labios mordidos y serenos 
Buscar la respuesta al mediodía
Que reclamo no tendremos completo 

Ya te convertirás en los que has sido
Tu puesto fugazmente será ocupado 
Por los siglos dispuestos de un niño
Que cabalga al encuentro aterrado 

Con la noche al ser sino una
Cara cruel del vacío estrellado
Te reconozco desde la huida del tiempo
Ya fuimos sombra más luz algún día seremos