Aunque la luz te atisbó un día
Y cruzó en tí un designio forzado
Sombra eres de noche y de día
Y a tu encuentro un destino ha rodado
El movimiento es sutil a su encuentro
En tu duna emites insomnes destellos
Y has de devolver la cordura
En la moneda de locuaces misterios
Ayer desde el ocaso has venido
Mañana sabrás ya el deceso
De la aurora registrando su brillo
En la maraña de inconclusos regresos
Y no sé si hablar es un progreso del drama
De las palabras asistiendo al parto o al entierro
A un decirse que quisiera encarnarse
Entre el aire al cenit del cielo o tus senos
La casa ahora yace vacía
Tus labios mordidos y serenos
Buscar la respuesta al mediodía
Que reclamo no tendremos completo
Ya te convertirás en los que has sido
Tu puesto fugazmente será ocupado
Por los siglos dispuestos de un niño
Que cabalga al encuentro aterrado
Con la noche al ser sino una
Cara cruel del vacío estrellado
Te reconozco desde la huida del tiempo
Ya fuimos sombra más luz algún día seremos