josando

EL LLANTO DEL INDIO

¡Ya p’a que!  dijo el indio

si se me jue por onde vino,

ya p’a que la voy a trair

si solo vino a saber mis cosas.

 

Que si la choza era mía,

que si la yunta y los gueyes,

que si porque en el suelo dormía.

 

Ya p’a que la voy a trair,

si nomás p’a ver su interés,

antes que hacerme un taco,

o quitarme esa pinche tos.

 

Nomás me acuerdo y me da muina,

que la muy endina con todo acarreo,

ni los aretes de fruslería,

ni su jabón de olor olvidó.

 

Como se le jue a olvidar,

cuando le lleve por la cañada,

y cuando en el río la bañé,

o cuando en la feria del pueblo

con todos la presenté.

 

Como jui tan pendejo

p’a no fijarme,

en sus meros intereses…

 

Y qué culpa tiene el infortunado,

que solo p’al taco trabaja,

y muy a duras penas,

 pá mercarse unos huaraches le alcanza.

 

Y pensar que mi amor era güeno

y como creiva en sus gestos de noche,

con todo y lo poco que era mi paga

no le alcanzó pá feriar sus sueños.

 

¡Ya p’a que dijo el indio,

y escondió entre sus piernas la cara

y en silencio lloró por la endina,

hasta muy entrada la fría noche.

 

Ya p’a que! si aquí no es feliz…

Y allá… allá di onde vino…

…allá esperándola están.