Tanto tiempo te esperé.
Momentos hermosos
como la geografía de sus ojos,
pupilas dilatadas al sentir
la brisa del amor.
También la paranoia
y el temor a perder.
La duda del ser.
Todo en mi mente guardaba
lo que mi boca siempre calló.
Pero esa noche de soledad
la energía por mis tímidas manos fluyó,
y la tinta sobre aquel papel
expresó, a través de ese ansiado poema
mi liberación.