Quisiera gritar tu nombre
abrillantarte la mirada
y dejarte enamorada.
Quisiera decir la primera letra
de lo tan innombrable
qué es sentirte ilusionada.
Mademoiselle,
Madame
No lo digas
O perderás.
Recoge tus miserias
Mirando hacia el sur,
Al seol de lo inquebrantable.
Recoge tus miserias
Evita la mirada
No mires hacia atrás.
¿Acaso quieres devolverme
Un bocado de tu falsedad?
Tira la primera piedra.
Te he nombrado,
cien veces más
en este vil poema.