Cierta angustia de flores muertas
Que se pudren ahogadas en copas
En la tanta sed del hombre /que tengo
Ahora/ Es y poca la garganta
Para contener el tiempo rasposo
Que no aclara como el tiempo
Atmosférico que las aves resguardan
Para cantar los eventos
Gloriosos y las pases de tregua
Que se dan con los demonios
Los amantes separados por la fuerza
/De la sagrada palabra guiando discusiones
/De las razones para no iniciar nuevas pírricas guerras
/De los instintos innatos evitando
El mayor derramamiento de vino
Y la loza estrellada en fragmentos no es polvo
De estrellas, las puntas hieren, mañana todo será filo
Mi presente desemboca en un nudo
De botella; topología de la melancolía
Es el temor, el temor casi la angustia
De no fecundar soluciones
A los dilemas que he pactado
De ser otra aborrecible promesa
No cumplida, en el cuarto hay
Luz traspapelada en las paredes
Y el hedor de otra huésped vida
Cierta angustia ataca a la flores
A arrancarse los pétalos como nosotros
Despojamos de todo amor la ropa al entrar la carne