Tu eras perfectamente imperfecta.
Nunca espere encontrarme a alguien como tu.
Nunca espere perder a alguien como tu.
Eras una espina sin una rosa.
Me regalaste al vacío para salvarte a ti misma.
Cabello color pasión, alma sin color.
Tenías el cielo en los ojos y el infierno en los labios
bastaba una sonrisa para hacerme arder.
Ya hace meses de mi partida, acción mía, sentimiento tuyo.
Eras tan perfecta que no podías ser mía nada mas, mirada al suelo, mentira en la boca.
Recorrí miles de kilómetros y siempre termine encontrándome en sus ojos.
Nadie sabe cuanto enojo me costo dejarte ir
Y es tanto el enojo, tanto que siento miedo de que sea amor...