Joselin Guzman

Jungla de paradigmas

A veces me pregunto de que estamos hechos si de paradigmas o de mentiras, la verdad quien sabe a lo mejor de ambas cosas. Vivimos en un entorno en donde es mejor crecer solo que acompañado, no sabes si los padres son un apoyo o tu tropiezo. Pues entre tantos deseos y tantos miedos muchas veces te llenan de miedos para que no salgas al mundo, ponen estándares de lo que se debe ser, y la sociedad los acomoda a lo que realmente desean y les conviene. Nos funden el cerebro entre números y productos, entre idealizaciones y perfiles de lo que quieren para ti, dejando de lado lo que importa, tus sentimientos. Bajamos y subímos y nos llenamos la cabeza de tantas reglas que dejamos de lado lo que queremos y lo que somos en realidad. Nos rendimos y nos dedicamos a ser lo que quieren que seamos. 

Sin darnos cuenta el mundo gira en torno a lo que todos quieren más nunca se ha detenido a pensar en lo que tú quieres y lo que puedes ofrecer. Pero igual cuando parar el mundo por un mortal. Y por eso es que hay tantos que nos quedamos a medias, que nos conformamos con cumplirle al mundo más no por cumplirnos a nosotros mismos. Se pierde la fuerza de voluntad, somos mediocres, atrapados en los estereotipos de música, deportes, vida social, contactos y un sinfín de cosas más dejándonos para el último plano, ese que nunca llega, que no somos capaces que cumplir. Por eso somos más los infelices que los afortunados y los mediocres que los exitosos. Y es que es una fortuna contar con alimento, con una casa, con familia pero de que sirve eso si en realidad no sé es feliz, no se vive en paz, no se disfruta de la vida. En qué momento el trabajo se volvió en esclavitud y dejo de ser placer o como trabajar con pasión y alegría si estás en algo que no te llena como persona.

Lo sé incluso el quejarse o el exteriorizar lo que llevas no es garantía de que no critiques, total estamos tan acostumbrados a criticar y que nos critiquen que es más fácil hacerlo que cambiar el curso del camino. De igual forma el quejarte no soluciona nada dirán muchos pero donde esta esa noción de decisión si nunca la inculcaron, donde esta la firmeza en nuestras palabras si no llegan nisiquiera a convertirse en hechos. En qué momento vamos a salir del círculo de trabajar- producir y gastar... 

En fin seguimos atrapados en esta jungla de reglas que no hacen más que esclavizar en lugar de hacernos libres. Muchos muriendo en nombre de Dios y muchos otros matando por el. No queda más que pedir sabiduría al proceder y cautela al actuar, pues nadie está exento de pecar. Mucho menos de matar por llegar a todos quieren que llegues...

Estamos fundidos en esta jungla de reglas que lamentablemente nadie puede frenar.

 

 

 -Joss-