“Entre peinilla y garabato un recuerdo ingrato”
Cuando se trata del humor
común es el gazapo del novato
este jocoso cuento lo escuché
de un llanero en anonimato
trataré de narrarlo en versos
y no me acusen de abigeato,
el folclore tiene sinsabores
este es uno muy fiel y exacto
acerca de un ruin tracalero
sin dinero y sin trabajo,
puede que sea Juan Bimba
por lo vivaracho y vernáculo.
Pasando las mil penurias
y con hambre de campeonato
la víctima para su salvación
el dueño de un negocio asiático
a donde envió en su complot
a potenciales clientes falsos
todos sus socios canapiares
encomendados por un trago,
debían preguntar si tenían
a la venta útiles garabatos
bien cumplido fue el cometido
en sketch perfecto de teatro.
Ante tal demanda inesperada
se presentó sin sobresaltos
nuestro bellaco de marras
ofreciendo tales aparatos,
y sin pensarlo dos veces
la adquisición fue de inmediato,
procedió a comprarlos el chino
bajo el lema “está barato”,
empero no pudo vender ni uno
de variados palos del relato
tanto así que con el tiempo
eran cual piedra en el zapato,
donde quiera los tropezaba
causándoles un ingrato rato.
Existe un refrán en el llano
sirva como lección al cegato,
la ambición es trampa irresistible
incluso para amo en el hato,
no pretendas sacar provecho
de quien simula ser mentecato,
que un ratón avaro y aprovechador
fácil cae en garras del maula gato
pues entre vividores y estafadores
no se cumple ningún contrato;
la ambición y el fraude son vicios
los dos comen en el mismo plato.
Hermes Varillas Labrador
1629 03/08/2017
Imagen cortesía de José Ramón Cuevas 0.
canapiare: Vocablo aún no admitido en el DRAE, del folclore en el llano venezolano que describe a un bohemio bebedor y alcoholizado, generalmente de muy baja condición social, sin trabajo y viviendo de la caridad.