Siempre le veo luchando contra el destino,
que parece lineal e inexorable,
aún así el no lo acepta quizá en desatino,
aún así, me gusta verlo, es un ejemplo de roble.
Siempre le veo luchar contra el destino,
supongo que tendrá momentos oscuros como todos,
dudará si aceptar o resignarse a su impuesto camino,
más su fuerza sigue intacta en sus ojos.
Siempre le veo luchar contra su destino,
sin aparente flaqueza ni energía menguante,
es como el idealista que no se tuerce ante el cretino,
Que no se rompe ni se dobla como el diamante.
Siempre le veo luchar contra el destino,
con nuevos objetivos y bríos,
en su mayoría errados en sus principios,
pero que le ayudan a no pensar en su enfermedad ni en su sino.