Edmundo Rodriguez

TODO ERA UN ETERNO PRESENTE

Caminaba en mis sueños por un sendero , 

que a los lados crecìan una gran diversidad , 

de flores , los colores y fragancias , hacìan 

que el ambiente se sintiera poseìdo , 

por un manto de magia . 

 

El cielo limpio en un azul puro , 

invitaba a gozar con libertad la vida , 

que me acariciaba , seguì caminando , 

los pasos me invitaban al recorrido . 

 

Una voz fuì percibiendo ,

al fondo del sendero , 

era una bella doncella , 

de blanco vestido , 

y un cabello como el color del trigo , 

que se dejaba acariciar por la brisa . 

 

Su canto era dulce , 

como esa miel que recièn entrega el panal , 

su mirada verde como los tallos de las flores , 

se fijaron en mi , y una energìa sentì , 

que me llevaba hasta ella . 

 

Que con una suave sonrisa , 

me cautivaba , llegando hasta donde estaba . 

 

Un saludo brotò de su corazòn diciendo , 

eres bienvenido , sentì una gran paz , 

acercò sus manos y al tomarlas , me dijo , 

el amor te ha concedido este viaje . 

 

Y si lo deseas , puedes quedarte , 

que nada te faltarà , porque el amor , 

en este paraje es nuestro sustento . 

 

Feliz respondì , deseo quedarme , 

y ella me besò , y los dìas ya no se contaron . 

 

Todo era un eterno presente .