Después de mí
Después de mí y mucho antes que yo
tuviste y tendrás amantes.
Amantes
de tu carne, placer y deseo,
de tu fruta prohibida
tu sexo, egoísmo y traiciones,
de esa conveniencia equivocada
que tu pecho obsceno encierra.
Te amarán mucho.
Amantes
ávidos de fuego,
cual arteros pretendientes
del áureo botín de placer
que tu pecho obsceno encierra.
Esposa serás.
Esposa
del interés, lujuria escondida
que tu alma ignora,
del desengaño eterno a quien te puso el aro,
del marido incrédulo que cobija su cabeza
en el mórbido seno
que tu pecho obsceno encierra.
¡Tendrás amantes!
Los tendrás
después de mí y mucho antes que yo.