Te recordé… te sentí
como alondras tus manos
besuqueando la flor de mi piel
que ahora te extraña tanto…
Y al no tenerte a mi lado
me llené de furia y espanto
tanto tanto, que vomito hiel
Llena de cobardía de tu ausencia.
Si por lo menos esta noche
por mágico efluvio vinieras
y no fueran mis solitarias sábanas
las únicas que me esperan
Sería menos el frío de mi alma
que junto a mi cuerpo pide tu alegría
y es por ello… porque la recuerdo…
que me perdono la vida cada día...