He mirado hacia atrás y he visto el polvo
que levantan mis pasos en la tierra
pero no he visto huellas de pisadas
ni obeliscos que acusen mi presencia.
Voy sembrando pasados en la arena
y las olas se encargan de arrancarlos
marchitando las flores del recuerdo
con sus manos de espumas y de brea.
¿Qué será de mi yo cuando haya muerto,
cuando se haya bajado la barrera
que separa mi mundo de otros mundos
y mis trazas se pierdan en la niebla?
¿Dónde irán mis pasiones, mis tristezas,
mis delirios de amor, mis agonías
los manojos de eternas esperanzas
que deshojan sus flores en mi vida?
Solo sé que en el todo o en la nada
en la aurora fugaz o en el ocaso
sentiré que tu amor aún sigue vivo
arraigando en mi pecho y en mis labios.