Bolívar Delgado Arce

OLAS Y VELAS

Hoy he visto otra vez

a través de los ojos de las niñas

rubias y esbeltas que me miraban

recostado en la ardiente arena,

las velas, las blancas velas de los botes

así como los mástiles de los grandes barcos

dándose las manos con las gaviotas

y uniendo a los pelícanos a la limpidez

del cielo y la inmensidad del mar.

El mar, que corroe los puertos y los muelles

aquel mismo que corroe los filamentos del alma

mirándome curioso sin barca, sin red ni pesca 

conversa entre hilillos azules de agua, conmigo,

y a veces entre gritos de furiosa espuma;

ir y venir de pescadores, soplo constante de

inquieta brisa

brillantes siluetas de la burda hotelería

canción marinera, castillos de arena y de sol

salinidad de ambiente, de cuerpos y de olas

que traen y llevan corales, conchas y caracoles,

que llevan y traen mil simétricas gaviotas,

que llevan mis ojos, mi aliento y mis

pensamientos

y traen luceros, estrellas grandes y brillantes,

trayendo y llevando el mar tantos mensajes

a otra orilla, a otro mar, a otro puerto.

Siluetas de palmeras, cálida sombra junto al 

mar

lugar do parten mis quimeras en la busca

de otro ser en algún rincón universal

que salude con la mano a esta playa

a este mar, a este espíritu solitario que descansa

bajo el regazo cariñoso de este sol ecuatorial.

 

                                         Bolívar Delgado Arce